Estamos por culminar la transición de gobierno, se pusieron de moda las consultas populares (y su falta de candados para que evitar votos duplicados) y este 8 de noviembre fue el World Usability Day. A propósito de todo ello, me pareció interesante combinar las aristas de estos temas y analizar cómo se puede mejorar unos de los procesos cruciales de toda nación: El proceso electoral y el conteo de votos.
La información presentada esta relacionada directamente con mi experiencia apoyando al movimiento #VamosAReemplazarles impulsado por los “Wikis” y representado por Pedro Kumamoto y 12 candidatos independientes. El análisis se centra en el proceso de vigilancia y conteo de votos durante y después de la elección. Esta fue la primera vez que me tocó participar de cerca en el proceso y lamentablemente pude comprobar que, nuestra democracia es sólo tan fuerte como la concentración de la persona encargada de contar los votos después de una larga jornada.
¿De dónde partimos?
Oficialmente, las elecciones en México son ejecutadas por ciudadanos. Los funcionarios de casilla son elegidos primero al azar por el Instituto Nacional Electoral y después con base en su capacitación y disponibilidad. E independientemente, cada candidato tiene el derecho de colocar un representante de su militancia como observador. Precisamente como representante del movimiento de candidatos independientes es que genero el presente análisis.
- La gente involucrada en el conteo son personas con las mejores intenciones.
- La mayoría de los errores se presentaron debido a la falta de preparación de los funcionarios, como no reconocer a los candidatos independientes y por consecuencia mezclar los votos de 2 candidatos que competían dentro de la misma boleta.
- La confusión entre si los partidos van en alianza o no, genera gran cantidad de votos nulos o valida votos de deberían anularse.
- El proceso de conteo es muy arcaico:
- Se separan las boletas y se cuentan los votos por los funcionarios y se van anotando, en papel.
- Los representantes de partido anotan sus resultados también en papel (cualquier servilleta es buena). Esto como una comprobación del conteo de los funcionarios.
- Después, horas después, se llenan las actas. Un documento impreso que provee el INE en el que se transcriben los totales que anotaron en el documento/papel previamente.
- Después de las actas, esa información se vuelve a llenar en la sábana electoral (los resultados que ponen afuera de la casilla).
- Para las 10 de la noche después de 15 horas de jornada, la fatiga desencadena una falta de concentración, que seguramente generará errores. En esos momentos el sentir general es “terminar como sea”.
- Las actas se mandan a las oficinas distritales, donde se ingresan manualmente, una por una y como van llegando a la plataforma del PREP.
- Días después, todo vuelve a comenzar. En las oficinas distritales se vuelven a contabilizar los votos, ahora por funcionarios del INE (donde de nuevo, pueden participar los representantes de partido).
Después de ver este caos, ¿hacia dónde podemos ir?
Cuando me toca analizar procesos de empresas privadas para optimizar flujos al diseñar sus plataformas, una de las constantes es la de reducir el error humano. La mayor parte de los esfuerzos de UX y usabilidad se enfocan en cómo asegurar que un usuario no tenga problemas para entender cómo utilizar el producto físico o digital. Una buena UX – User Experience- se adhiere a nuestras costumbres y se vuelve parte de la lógica común.
Esta premisa de mi análisis. Y en primer momento creo que estas medidas pueden contribuir a reforzar el proceso electoral:
- Reducir el margen de fatiga de las personas con dos turnos de 8 horas.
- Es virtualmente imposible que tengamos una votación 100% electrónica en principio por los asuntos relacionados a la confianza del electorado. Sin embargo hay acciones concretas en las que se puede aplicar la tecnología.
- Contra el método analógico de lápiz y papel, una app móvil nos ayudaría a llevar un registro de la asistencia de votantes durante el día. Al final del día esto arrojaría un total de participación en tiempo real.
- De igual manera, una app podría utilizarse para llevar un registro de votos durante el conteo, así se evitan los errores de transcripción pues el registro se realiza una sola vez.
- Esta app además contribuiría a evitar fugas de información que se presentan al compartir el padrón con cada representante.
- La tecnología P2P, que es parte fundamental de la seguridad de blockchain, soportaría la app.
- Se abre la puerta para detectar en tiempo real irregularidades, como que en una casilla hubiese mayor número de votos al de las personas que realmente votaron.
- Un algoritmo podría evaluar diferencias en la captura de números entre diferentes nodos. Esto ayudaría a automatizar la detección de irregularidades en el conteo.
Desde mi perspectiva, estamos ante la oportunidad de mejorar de tajo este proceso tan importante en la vida de nuestro país. En México tenemos un ecosistema tecnológico y de diseño muy fuerte, con ciudadanos expertos que podrían innovar en este rubro, que sin embargo no son incluidos en la discusión de estos temas torales para la vida nacional. Por el momento, estoy comprometido a unirme para influir en la agenda que busque mejoras al UX de nuestros procesos electorales y veremos en donde nos encontramos dentro de 6 años.
En Mijo! Brands nos caracteriza un espíritu analítico y de mejora continua, nuestros equipo interdisciplinario está compuesto por profesionales que puede ayudarte a sacar el mayor provecho del mundo digital.
Ramón López es Director de Mijo! Brands en Jalisco, nuestra agencia creative líder en marketing digital tiene presencia en la Ciudad de México, Guadalajara y Puerto Vallarta, en diez años de experiencia hemos satisfecho a clientes de todo el país y a escala internacional.
Ramón estudió Comunicación Multimedia en la UDG. Su formación profesional mantuvo el foco en el diseño digital e impreso pero su pasión por la tecnología lo encaminó a la programación y el desarrollo de interfaces, donde encuentra el campo fértil para balancear los dos rubros. Es miembro fundador de Mijo! y uno de los principales responsables de la filosofía colaborativa que nos identifica. En su cuadro de honor personal, se encuentra ser padre de hijos en que motiva la constante curiosidad, al grado que uno de ellos se encuentra en un programa de altas capacidades.