Hoy quiero preguntarte a ti, que estás leyendo, ¿en verdad quieres ser un robot?
Vivimos en un mundo laboral donde un lunes te despiertas con gran pesadez –de esas que dan cuando te comes todo el trompo de pastor– para solo parpadear y darte cuenta de que ya es viernes. Y así de rápido se van los días, sin sentido, sin sabor, sin NADA (como las canciones de Moderatto).
Llega un momento en que empiezas a cuestionar TODO lo que haces, para qué y por qué. Pero al final sigues sin poder responder todas esas preguntas que inundan tu cabeza y solo acabas con un dolor que no sabes dónde empieza ni dónde acaba, o simplemente quieres correr al baño a llorar.
Para no hacerte el cuento más largo, solo te diré que esa realidad es tan cruel como cuando estás frente al televisor viendo Bambi y, sin más, matan a su mamá.
Todos aspiramos a ser Mark Zuckerberg y no la buena de las novelas que se la pasa gastando lágrimas; por eso hoy desempolvo mi corazón y te comparto la sabiduría milenaria de mis ancestros asiáticos para no ser un robot en la oficina y ponerle azúcar a tu vida, como Celia Cruz nos dijo.
Desenchúfate
Una vez que el último de tus cabellos haya pasado por la puerta del trabajo, ya no eres un godínez, eres un ser lleno de luz que no mira atrás, ni para regresarte por tu tupper favorito que se te olvidó en la cocina.
Desconéctate completamente de tus labores; apaga tu celular o no contestes llamadas/mensajes de la oficina, a menos que sean de vida o muerte, porque cualquier otra cosa se puede solucionar una vez que empiece la jornada laboral nuevamente. Es importante que, así como te comprometes con tu trabajo, también te comprometas contigo mismo para llegar fresco y radiante al día siguiente a la oficina. No es un pecado poner límites entre tu vida laboral y personal, al contrario, si tú eres feliz, tendrás un mejor rendimiento en tus tareas y todos seremos felices.
“Y me solté el cabello”
– de la poetisa más grande de México: Gloria Trevi
Cuando se acaba el trabajo, es momento de darte gustos. Ve por unas cervezas bien frías y unas alitas, escucha música y baila como si fueras Michael Jackson (no importa que acabes bailando como Cristian Castro), ve al cine a ver al actor que tanto te gusta, convive con tu familia, sal con tus amigos para reírte a carcajadas. Simplemente haz cosas que te hagan olvidarte por completo de lo que haces en tu rutina diaria y que te ayuden a quitarte el estrés de encima. Diviértete y suéltate el cabello. Mañana será otro día para clavarte en el trabajo.
Sé el próximo Bob Ross
Es importante que tengas otras distracciones fuera del trabajo que te ayuden a inspirarte y mantenerte estimulado. Busca un hobby: ir al gimnasio, hacer deporte, creerte Picasso, Botero o el pintor que tú prefieras. El chiste es que disfrutes de tu tiempo libre, descubras nuevas facetas de tu persona y abras tu mente a diferentes formas de pensar, haciendo cosas para mantenerte motivado, positivo y productivo.
Información que cura
– como dijo Lolita Ayala
Sí, es muy inspirador ver a un empleado que se preocupa por su trabajo y siempre está al pie del cañón, pero no olvides que también tienes que preocuparte de la misma forma por tu salud. No abuses de tu cuerpo; mejor quiérelo y cuídalo como una bella y delicada flor del campo. Come a tus horas, toma mucha agua, levántate a caminar cada cierto tiempo para que no se te entuma el alma, ejercítate, mantén tu mente sana y activa con cosas que no tengan nada que ver con tu trabajo. Las labores pueden esperar, pero tu salud, jamás.
¡No te preocupes! Hacer este tipo de actividades no te convierte en un mal empleado; te vuelven un empleado ejemplo, que respeta su trabajo y su vida personal, que mantiene en balance ambas cosas, lo que trae beneficios a ti y a tu empleo.
El trabajo no es todo en esta vida y todo tiene solución, pero abusar de tu salud puede ya no tenerlo.
Así que te pregunto de nuevo, ¿en verdad quieres ser un robot más?
Valeria Ruelas es Community Manager en Mijo! Brands, agencia digital con oficinas en CDMX y Puerto Vallarta. Conoce nuestros proyectos en www.mijobrands.com o envíanos un correo a info@mijobrands.com