¿Alguna vez te has imaginado trabajar en una empresa en la
que no haya jefes y todo el mundo sea igual, en donde puedas sentarte en
cualquier lugar, elegir en qué quieres trabajar o hasta decidir el salario de
tus compañeros? Pues ese utópico lugar existe y se llama Valve.
Lejano a lo que muchos pudiéramos pensar, Valve es una
empresa estadounidense ubicada en Seattle que se dedica a desarrollar
videojuegos. Es mundialmente conocida por haber concebido el juego Half-Life y/o
Counter-Strike.
Valve causó revuelo cuando se filtró en internet un manual
en el que se detallaba su estructura organizacional. Luego de esto, la BBC
realizó una entrevista con DJ Powers, uno de los flamantes colaboradores de
Valve y sus respuestas inspiran a la reflexión:
Básicamente, en Valve “somos una organización plana, así que
yo no tengo qué rendirle cuentas a nadie y nadie me reporta a mí. Somos libres
de trabajar en lo que consideremos que es más interesante. Cuando alguien
pregunta sobre lo que estoy trabajando, no nos ponemos a la defensiva, sino que
iniciamos una conversación para asegurar que todos le dediquemos tiempo al
otro”.
Mientras que un sinnúmero de compañías te asignan un espacio
de trabajo fijo desde el momento en el que entras a laborar, en Valve “uno
puede cambiar el escritorio de piso en menos de 20 minutos… Nos movemos por
todos lados y no nos gusta que eso lleve mucho tiempo. Nos agrupamos en equipos
en función a las características del videojuego o simplemente para terminarlo y
luego nos dispersamos en nuevos grupos para iniciar el proceso. Yo
probablemente he cambiado mi escritorio unas 10 veces en tres años”.
Se podría pensar que esta estructura es la plataforma
perfecta para que los trabajadores dediquen todo su tiempo a los proyectos que
les apasionan, pero DJ Powers explica que a pesar de que “una de las maneras en
las que funcionan las cosas en Valve es que se forma una masa crítica”, no
siempre podrás “encontrar a las personas indicadas para trabajar contigo,
tendrás muchos problemas para conseguir los recursos humanos que necesitas”.
Quizá los asesores de gerencia tradicionales se han de estar
estremeciendo al pensar en todo lo que esto implica, pero para el profesor
Cliff Oswick de la Escuela de Negocios Cass (quién ha estudiado otros
experimentos de lo que él llama “el no liderazgo”) este modelo es plausible,
explicando que “lo que más me gusta es que promueve el diálogo y la idea del
compromiso colectivo” y afirma que funciona en Valve porque únicamente atrae a
desarrolladores de élite.
¿Y cómo se determinan los sueldos? Los empleados que trabajan
en un mismo proyecto evalúan las capacidades técnicas de los otros, así como su
productividad, la capacidad para trabajar en equipo y otras contribuciones.
Luego, esa información se usa para crear un comité de líderes general que ayuda
a determinar lo que se le paga a cada empleado.
Y como team building, cada año, todos los empleados de Valve
se van de vacaciones junto con sus familias durante una semana con todos los
gastos pagados a un resort tropical.
En tiempos donde la creatividad se ha vuelto un factor
determinante, el modelo colaborativo de Valve realza los atributos, capacidades
y aptitudes de sus colaboradores. Sin embargo, tristemente es aún muy
complicado llevarlo a cabo o implantarlo en México puesto que sigue imperando
en nuestra sociedad la ley del mínimo esfuerzo, la apatía o la mentalidad de
siempre querer sacar ventaja de todo y de todos.
Jorge Chávez es Editor Senior en Mijo! Brands de México.