Para muchos empresarios de Puerto Vallarta, el desplome dramático de la afluencia de turismo nacional e internacional (temporada baja) implica el cierre de sus negocios por un periodo de entre cuatro y cinco meses.
Y es que sin turismo, la mayoría de las pequeñas y medianas empresas no pueden subsistir únicamente con el mercado local, que también es golpeado por esta temporada. Comentarios unánimes resaltan el temor de continuar abiertos y no poder completar la nómina, sacar para la renta del local, la luz, el teléfono y los agobiantes impuestos.
Sin embargo, aquellos empresarios con suficiente solvencia económica para enfrentar esta temporada y que deciden permanecer abiertos a pesar de las tormentas financieras, cuidan hasta el último centavo para cubrir los activos fijos de la empresa.
Si bien es cierto que una de las primeras medidas que todos los empresarios toman al entrar en un periodo de recesión es la de recortar no sólo los fondos destinados a la publicidad, sino también el recorte de personal para aumentar la liquidez de la empresa; éstas acciones tarde o temprano ocasionan que la empresa pierda valor, deje de ser competitiva y se estanque en el ambiente en el que yacen el común denominador de las empresas que erróneamente decidieron implementar dichas acciones.
El papel de la publicidad en tiempos de crisis es fundamental. Es un medio a través del cual, los clientes temerosos pueden enterarse de las ofertas u oportunidades que nuestra empresa ofrece. Es mediante la publicidad que el mercado obtiene la confianza de su proveedor (de cualquier producto o servicio) y se activa la compra, haciendo fluir nuevamente el dinero que se tenía resguardado por temor a perderlo. Debido a esto, las empresas deben realizar campañas de activación publicitaria hasta donde sus presupuestos lo permitan.
Sin embargo, durante parte de Mayo, Junio, Julio, Agosto y Septiembre; muchos propietarios de negocios de alimentos y bebidas que se ubican en la franja turística, optan por remodelar sus respectivos negocios y otros, los más suertudos, prefieren irse de vacaciones por uno o hasta dos meses en lo que llegan mejores tiempos.
La temporada baja para la Administración Portuaria Integral (API) significa el inicio de las actividades de mantenimiento profundo en sus muelles e instalaciones para mantener las garantías de seguridad y confort de los miles de pasajeros que llegarán nuevamente durante la temporada alta.
Al final, sea cual sea nuestra situación económica y laboral, las oportunidades de mejorar en este hostil y caluroso ambiente están esperando a que decidamos poner manos a la obra y salir adelante, como cada año.
Jorge Chávez es Editor Senior en Mijo! Brands de México
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