El marketing es definido como la creación de relaciones a largo plazo. Aunque vivimos en una época en la que los mercados se encuentran saturados y las diferencias entre productos son mínimas, esta concepción del marketing diferenciará nuestra marca de la competencia y la forma en cómo nos acercamos y relacionamos con nuestro target.
Actualmente ya no basta con desarrollar productos innovadores o interesantes campañas de publicidad, nuestra marca debe tener una fuerte personalidad que establezca vínculos emocionales sólidos y duraderos con nuestros clientes.
Así, el marketing emocional se concentra en promover sentimientos/emociones que generen actitudes y acciones favorables hacia la marca.
Aunque la decisión de comprar posee un componente racional muy importante, también posee emociones que se traducen en compras repetitivas; sin embargo, el marketing emocional va más allá de comprar repetidamente: es la construcción de la relación marca-cliente con base en nuestras experiencias permitiéndole a nuestros consumidores convertirse en promotores de nuestros productos y/o servicios.
Vivimos en la era en la que el marketing no vende productos sino beneficios y promesas emocionales. El marketing ha dejado de ser una batalla en la que se peleaba con productos para convertirse en un imán de percepciones y emociones.
Jorge Chávez es Editor Senior en Mijo! Brands de México.